lunes, 23 de noviembre de 2009

¿Cómo son las escuelas efectivas en Chile?

En Chile, el primer estudio en profundidad para analizar las claves de las escuelas efectivas se publicó en 2004, bajo el título de “Escuelas efectivas en sectores de pobreza: ¿quién dijo que no se puede?”.

La investigación abordó catorce escuelas con altos estándares de eficacia situadas en entornos vulnerables. Aparte de sus buenos resultados escolares, estos establecimientos eran bastante disímiles entre sí: había escuelas rurales y urbanas, grandes y pequeñas, con docentes cercanos al promedio, municipales y particulares subvencionadas. Luego, la primera conclusión, arrojaba que la eficacia no se explica por esas características exteriores, sino por el trabajo que hace la escuela.

Los resultados estaban en sintonía evidente con la experiencia internacional. Nuestras escuelas efectivas tenían en común las siguientes características:

1 - Gestión institucional centrada en el aprendizaje
A pesar de trabajar en condiciones de pobreza, las escuelas analizadas tenían la capacidad de tomar todas las decisiones asociadas a la gestión (asignación de recursos, asignación de profesores a los cursos, uso de materiales, planificaciones institucionales) en torno al aprendizaje de los alumnos. Nada queda al azar, está todo planificado, y existen muchos niveles de evaluación de lo que se va haciendo.

2 - No hay escuela efectiva sin clase efectiva
El trabajo de una escuela efectiva supone siempre una buena gestión institucional pero alineada con un trabajo de excelencia en la sala de clases. El buen uso del tiempo es una práctica institucionalizada, así como también la planificación de las clases, el conocimiento de las diferentes etapas del desarrollo de una clase, la relación muy respetuosa con los alumnos y el buen manejo de la disciplina.

3. Expectativas
En todas las evidencias sobre eficacia escolar, las expectativas de los profesores en el aprendizaje de los niños tienen una importancia de primer orden. Pero al mismo tiempo, también son importantes las expectativas que los directivos tienen en sus profesores, la de los padres en los alumnos, de la escuela en los padres. Se trata de escuelas que creen y crean expectativas.

4. Capital simbólico
Tiene que ver con el clima y la cultura de la escuela para favorecer buenos aprendizajes. Eso está asociado a las buenas relaciones personales y al orgullo y la identidad institucional. Como en cualquier organización, se requiere sentido de equipo y orgullo institucional.

5. Alianza con la familia
A diferencia de lo que dicen otros estudios, que plantean que la familia debe estar muy involucrada en el aprendizaje de los niños, la investigación chilena encontró que nuestras escuelas efectivas establecen una alianza con la familia, se preocupan de construir una relación con ella, pero se trata de una alianza que la escuela define de acuerdo a sus propias características. En determinada escuela los padres tal vez ni siquiera van a dejar a los niños y en otra, pueden estar presentes en la sala de clase haciendo ayudantía a los alumnos.

Las escuelas pierden su eficacia si no se adaptan a su entorno

Un segundo estudio “Efectividad eEscolar y cambio educativo en Sectores de Pobreza”, profundizó estas conclusiones al analizar lo que pasa con las escuelas que decaen y pierden su eficacia. Si bien las escuelas que mejoraron son aquellas que supieron armonizar dos tipos de factores, internos y externos, las que dejaron de ser efectivas fracasaron en este punto.

De acuerdo al investigador Gonzalo Muñoz, coautor del estudio junto aDagmar Raczynski, las escuelas que mejoraron supieron aprovechar factores externos: un programa del ministerio, un mejor apoyo del sostenedor, la llegada de un nuevo director, etc. Y al mismo tiempo, estas escuelas pudieron mejorar porque combinaron aspectos objetivos como la planificación, las buenas clases, etc, con cambios en las condiciones subjetivas (capital simbólico, expectativas, etc.). “Si esa combinación de cosas internas y externas no se da, es difícil que la escuela mejore; es una mezcla que se producía en todas las que estudiamos”, concluye.

Las escuelas que decaen

En el caso de las escuelas que decaen, alguna de estas condiciones se perdía, no porque hubiera malas clases, sino porque eran mucho más diversas en términos de calidad que en las escuelas buenas. Los profesores dejaban de planificar, disminuía el liderazgo del director, debido a una combinación de factores dentro y fuera de la sala de clases.

¿Cómo se explica esto?

- Las escuelas son organizaciones complejas (apunta Gonzalo Muñoz) en interacción permanente con el entorno. Las escuelas que mejoraron en el tiempo son escuelas que leyeron muy bien un cambio en ese entorno y se adaptaron, mientras que las que decayeron, no entendieron bien determinados cambios (del alumnado, del tipo de familias que estaba en el entorno, el sector productivo, etc.) y no adecuaron sus prácticas ni las políticas que tenían hacia alumnos y apoderados.

En el fondo, el mensaje que se releva con este segundo estudio es que el desafío no es estático: la efectividad escolar está ligada a los cinco factores que conocemos pero de manera dinámica, con adecuación al entorno. Las escuelas que no lograron mantener sus buenos resultados no se adaptaron a los cambios y no tuvieron la capacidad de estar autoevaluándose permanentemente.

¿Qué es el SIMCE?

El SIMCE es el Sistema Nacional de Evaluación de resultados de aprendizaje del Ministerio de Educación de Chile. Su propósito principal es contribuir al mejoramiento de la calidad y equidad de la educación, informando sobre el desempeño de los estudiantes en diferentes subsectores del currículum nacional, y relacionándolos con el contexto escolar y social en el que ellos aprenden.
Las pruebas SIMCE evalúan el logro de los Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios (OF-CMO) del Marco Curricular vigente en diferentes subsectores de aprendizaje, a través de una medición que se aplica a nivel nacional, una vez al año, a los estudiantes que cursan un determinado nivel educacional. Hasta el año 2005, la aplicación de las pruebas se alternó entre 4º Básico, 8° Básico y 2° Medio. A partir del año 2006, se evalúa todos los años a 4° Básico y se alternan 8° Básico y 2° Medio.
Además de las pruebas asociadas al currículum, el SIMCE también recoge información sobre docentes, estudiantes y padres y apoderados a través de cuestionarios de contexto. Esta información se utiliza para contextualizar y analizar los resultados de los estudiantes en las pruebas SIMCE.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Cuentos Infantiles.

EL PATITO FEO. En una hermosa mañana de verano, los huevos que habían empollado la mamá Pata, empezaban a romperse, uno a uno. Los patitos fueron saliendo poquito a poco, llenando de felicidad a los papás y a sus amigos. Estaban tan contentos que casi no se dieron cuenta de que un huevo, el mas grande de todos, aún permanecía intacto. Todos, incluso los patitos recién nacidos, concentraron su atención en el huevo, a ver cuando se rompería. Al cabo de algunos minutos, el huevo empezó a moverse, y luego se pudo ver el pico, luego el cuerpo, y las patas del sonriente pato. Era el mas grande, y para sorpresa de todos, muy distinto de los demás.. Y cómo era diferente, todos empezaron a llamarle de Patito Feo. La mamá Pata, avergonzada por haber tenido un patito tan feo, le apartó con el ala mientras daba atención a los otros patitos. El patito feo empezó a darse cuenta de que allí no le querían. Y a medida que crecía, se quedaba aún mas feo, y tenía que soportar las burlas de todos. Entonces, en la mañana siguiente, muy temprano, el patito decidió irse de la granja. Triste y solo, el patito siguió un camino por el bosque hasta llegar a otra granja. Allí, una vieja granjera le recogió, le dio de comer y beber, y el patito creyó que había encontrado a alguien que le quería. Pero, al cabo de algunos días, él se dio cuenta de que la vieja era mala y sólo quería engordarle para transformarlo en un segundo plato. El patito salió corriendo como pudo de allí. El invierno había llegado. Y con el, el frío, el hambre, y la persecución de los cazadores para el patito feo. Lo pasó muy mal. Pero sobrevivió hasta la llegada de la primavera. Los días pasaron a ser mas calurosos y llenos de colores. Y el patito empezó a animarse otra vez. Un día, al pasar por un estanque, vio las aves más hermosas que jamás había visto. Eran elegantes, delicadas, y se movían como verdaderas bailarinas, por el agua. El patito, aún acomplejado por la figura y la torpeza que tenía, se acercó a una de ellas y le preguntó si podía bañarse también en el estanque. Y uno de los cisnes le contestó: - Pues, ¡claro que sí! Eres uno de los nuestros. Y le dijo el patito: - ¿Cómo que soy uno de los vuestros? Yo soy feo y torpe, todo lo contrario de vosotros. Y ellos le dijeron: - Entonces, mira tu reflejo en el agua del estanque y verás cómo no te engañamos. El patito se miró y lo que vio le dejó sin habla. ¡Había crecido y se transformado en un precioso cisne! Y en este momento, él supo que jamás había sido feo. Él no era un pato sino un cisne. Y así, el nuevo cisne se unió a los demás y vivió feliz para siempre. FIN...

Bases Curriculares Educación Parvularia.



Orientaciones valóricas
Las Bases Curriculares de la Educación Parvularia se enmarcan en principios
y valores que inspiran la Constitución Política, la Ley Orgánica
Constitucional de Enseñanza y el ordenamiento jurídico de la nación, así
como en la concepción antropológica y ética que orienta la Declaración
Universal de los Derechos Humanos y la Convención sobre los Derechos del
Niño.5
5 Convención sobre los Derechos del Niño. Naciones Unidas, 20 de noviembre 1989.
6 Comisión Nacional para la Modernización de la Educación. Los desafíos de la Educación Chilena frente al siglo XXI. Editorial Universitaria, Santiago, 1994.
Los principios aludidos tienen por base la convicción fundamental de que los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos y que la perfectibilidad inherente a la naturaleza humana se
despliega en procesos de autoafirmación personal y de búsqueda permanente de trascendencia, los
que otorgan sentido a la existencia personal y colectiva. A la libertad que hace de cada individuo
persona y sujeto de derechos y deberes, le es intrínseca la capacidad de razonar, discernir y valorar,
fundamentos a su vez de la conducta moral y responsable.
Asimismo la Comisión Nacional para la Modernización de la Educación, en 1994, planteó como horizonte
formativo del esfuerzo educacional del país un conjunto de orientaciones valóricas que han
inspirado estas Bases Curriculares de la Educación Parvularia: “ofrecer a todos los chilenos la posibilidad
de desarrollar plenamente todas las potencialidades y su capacidad para aprender a lo largo
de la vida, dotándolos de un carácter moral cifrado en el desarrollo personal de la libertad; en la
conciencia de la dignidad humana y de los derechos y deberes esenciales que emanan de la naturaleza
del ser humano; en el sentido de la trascendencia personal, el respeto al otro, la vida solidaria en
sociedad y el respeto a la naturaleza; en el amor a la verdad, a la justicia y a la belleza; en el sentido
de convivencia democrática, el espíritu emprendedor y el sentimiento de la nación y de la patria, de
su identidad y tradiciones.”6
Es constitutivo también del marco de orientaciones valorativas de estas Bases Curriculares el reconocimiento
del rol de la familia como primera educadora de sus hijos, con sus realidades y
características propias, necesidades y expectativas educativas, constituyéndose -por tanto- en un
actor central y permanente en la educación parvularia.

La familia y el medio
Rol de la familia
La familia, considerada en su diversidad, constituye el núcleo central básico en el cual la niña y el
niño encuentran sus significados más personales, debiendo el sistema educacional apoyar la labor
formativa insustituible que ésta realiza. En la familia se establecen los primeros y más importantes
vínculos afectivos y, a través de ella, la niña y el niño incorporan las pautas y hábitos de su grupo
social y cultural, desarrollando los primeros aprendizajes y realizando sus primeras contribuciones
como integrantes activos.
La educación parvularia comparte con la familia la labor educativa, complementando y ampliando las
experiencias de desarrollo y aprendizaje, junto con otras instituciones sociales. Por ello es fundamental
que se establezcan líneas de trabajo en común y se potencie el esfuerzo educativo que unas y
otras realizan en pos de las niñas y de los niños.
La niña y el niño y su medio
La sociedad chilena está cambiando
con ritmos y sentidos
que no tienen precedentes históricos;
consecuentemente con
ello, la educación debe responder
en forma dinámica a estos
nuevos escenarios y preparar a
las nuevas generaciones para
una participación plena acorde
a sus posibilidades y características
personales.
En el caso de los párvulos, la
sociedad, con sus valores y
orientaciones, se hace evidente
a través de su familia, las comunidades específicas a las que pertenecen y en las que participan, y las
demás instituciones sociales. En consecuencia, en una comunidad comprometida con los niños se
aprende la acogida de todos y cada uno de sus miembros, el respeto y la valoración por la diversidad,
los distintos roles que desempeñan las personas e instituciones, la solidaridad, la resolución pacífica
de conflictos, la participación democrática y la construcción de ciudadanía. Por ello es esencial que
toda experiencia de educación parvularia fortalezca el aporte coordinado de la comunidad al trabajo
educativo, en una mutua retroalimentación, teniendo como referente los Derechos de los Niños
Fin
de la Educación Parvularia
La Educación Parvularia como primer nivel del sistema educativo
busca como fin:
Favorecer una educación de calidad, oportuna y pertinente, que
propicie aprendizajes relevantes y significativos en función del
bienestar, el desarrollo pleno y la trascendencia de la niña y del
niño como personas. Ello, en estrecha relación y complementación
con la labor educativa de la familia, propiciando a la vez su continuidad
en el sistema educativo y su contribución a la sociedad, en
un marco de valores nacionalmente compartidos y considerando
los Derechos del Niño.

Publicación de la Unidad de Educación Parvularia; AÑO 2002


EL SISTEMA EDUCACIONAL CHILENO

El sistema educacional chileno se caracteriza por tener una organización descentralizada, lo cual significa que su administración se realiza a través de instituciones del estado autónomas, municipales, particulares y fundaciones, que asumen ante el Estado la responsabilidad de dar educación y mantener un establecimiento educacional[1].



Reconocido en la Constitución Política del Estado, está constituido por cuatro niveles educacionales: el nivel Preescolar, el nivel Básico, el nivel Medio y el Nivel de Educación Superior.



Ese cuerpo legal, asegura a todas las personas el derecho a la educación desde el nivel parvulario y establece la libertad de enseñanza como principio rector de la política y organización educacional del país.



Es así como desde 1990, en la Ley Orgánica Constitucional de Educación, se reconoce la competencia de los centros educacionales, para elaborar y aplicar autónoma y descentralizadamente sus propios programas curriculares.



En la Constitución Política del Estado, a las madres y padres de familia se les reconoce el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos e hijas y obliga al Estado a otorgar especial protección para el ejercicio de ese derecho. Este está obligado además, a financiar un sistema gratuito de educación básica y fomentar el desarrollo de la educación en todos sus niveles.



El Estado, a través del Ministerio de Educación, mantiene funciones de proposición y evaluación de las políticas educacionales y culturales, de estudio y proposición de normas generales del sector, junto con velar por su aplicación, asignar los recursos necesarios para el desarrollo de actividades educacionales y de extensión cultural y, otorgar reconocimiento oficial a los establecimientos educacionales cuando corresponda.



Las decisiones de política o adopción de normas, están en manos del Presidente de la República, para lo cual el Ministerio de Educación, es su secretaría.

Educación Parvularia

La Educación Parvularia es el primer nivel del sistema educacional que, junto con la familia, estimula en el niño y niña menor de 6 años, su desarrollo pleno y armónico. Además, la educación parvularia le entrega a niños y niñas herramientas para las etapas posteriores de su vida escolar.

Es importante que los padres, madres y apoderados estén bien informados respecto de la normativa que rige al Nivel de Educación Parvularia, los programas de mejoramiento que se están implementando y las ayudas disponibles para los alumnos de menores recursos, entre otros temas. Aquí les entregamos información básica que deben manejar.

Niveles de la Educación Parvularia Edades de Ingreso
Nivel Sala Cuna Menor: 84 días a 1 año
Nivel Sala Cuna Mayor: 1 a 2 años
Nivel Medio Menor: 2 a 3 años
Nivel Medio Mayor: 3 a 4 años
Primer Nivel Transición (prekinder): 4 a 5 años *
Segundo Nivel Transición (kinder): 5 a 6 años **

* Para ingresar a Primer Nivel Transición o prekinder el niño o niña debe tener cumplidos los 4 años, antes del 31 de marzo.
** Para Segundo Nivel Transición o kinder debe tener cumplidos 5 años, antes del 31 de marzo.